Dí cada día “Para que”

Pregúntate por qué quieres perder peso, y después de obtener un porque… Sigue diciendo PARA QUE.

Por ejemplo - ¿por qué deseas perder peso?...

• Yo quiero perder peso para verme mejor, PARA QUE…
• Yo pueda sentirme más confiado conmigo mismo, PARA QUE…
• Yo pueda ser la persona más atractiva en la reunión de mi secundaria, PARA QUE…
• Yo pueda ver la cara de sorpresa de mis compañeros de curso, PARA QUE…
• Yo sea capaz de tener una cita con la persona que me impactó en la secundaria, PARA QUE…

¿Puedes ver lo que esta ocurriendo aquí?

Entre más veces digas PARA QUE, más motivado te sentirás para perder peso. Yo no se pero…

Si se te pueden ocurrir al menos tres PARA QUE’S – nada te impedirá perder peso.